Mi nombre es María Nora Ydalga Palacio, aunque muchas personas me llaman     Nora.
Nací en Barcelona, donde estudié en una escuela francesa —lo que me permitió crecer en tres lenguas— y más adelante cursé la carrera universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola y posteriormente Ingeniería Agrónoma en Huesca. Me especialicé en agricultura ecológica, agroecología y agricultura para el desarrollo y la cooperación internacional.

Durante años viajé, trabajé y viví en diferentes lugares de este planeta inmenso y fascinante, aprendiendo a mirar la tierra —y la vida que la habitamos— con respeto y asombro. Todo ello me brindó una visión amplia y profunda de la vida, la tierra y las comunidades que la habitamos.

Mi gran cambio llegó con la maternidad. El embarazo de mi hija me abrió un camino desconocido, el de la matrescencia: esa transformación profunda que vivimos las mujeres al convertirnos en madres. Durante ese tiempo sentí la necesidad de un acompañamiento integral y consciente, y me apoyé en el yoga prenatal y en la presencia de una doula, experiencias que me ofrecieron seguridad, confianza y conexión más profunda conmigo misma.

Tras el nacimiento de mi hija, comencé un proceso de formación continua que convirtió mi nueva profesión en mi pasión y en este proyecto, El Cuidado por La Vida: feminidad activa, acompañamiento como doula, crianza consciente autorregulada, educación perinatal con enfoque feminista, yoga y yoga para la mujer, entre otras formaciones que sigo ampliando.

Mi trabajo integra una mirada científica y crítica, fruto de mi formación técnica, junto con una mirada intuitiva y humana, conectada con los ritmos naturales y la sabiduría interior.
Desde esa unión acompaño a mujeres y familias a reconectar con su poder, su cuerpo y su confianza, en armonía con los ciclos y ritmos vitales.